Ya estamos en primavera y los rayos de sol hacen acto de presencia por fin. Por ello las ganas de volver a coger la bici aumentan. Pero si llevas tiempo sin utilizarla, tras el frío invierno, te recomendamos que hagas un buen mantenimiento de la bici. Para ello te damos algunos consejos con los que dejarás la bici a punto, de forma sencilla.
Primero asegúrate que tienes todo lo necesario para realizar esta tarea, destornilladores, llaves Allen, llave inglesa, inflador, lubricante, trapos, guantes…
Si ya tienes todo a mano, ponte unos guantes para no acabar con las manos muy sucias y vamos por partes.
Primero debemos asegurar la bici bien colocándola en un soporte de trabajo o poniéndola al revés apoyada en el suelo sobre el manillar y el sillín y empezamos limpiándola con agua y jabón, o con manguera, hidrolimpiadora o simplemente con un cubo y un trapo.
Debemos comprobar la presión de las ruedas y asegurarnos de que no haya grietas en las cubiertas.
La presión debe ser la que indique el fabricante, pero podemos adecuarlas ligeramente al tipo de recorrido que vayamos a hacer (más presión si vamos a ir por pista o carretera y menos si vamos a salir a la naturaleza).
Por último, revisa la estabilidad de los radios y limpia la parte de la llanta que entra en contacto con las zapatas al frenar en el caso de que tu bici use zapatas, esto elimina ruidos molestos y mejora la eficacia de la frenada.
Hoy en día casi todas las bicis llevan discos de frenos los cuales tenemos que tener bien limpios y engrasados pero si por el contrario tenemos una bici con zapatas deberemos comprobar que estén bien ajustadas sobre la llanta en su posición.
También debemos de comprobar si están gastadas y de ser así debemos comprar unas nuevas y sustituirlas, son muy económicas y notarás la mejoría en el frenado.
Con ayuda de un trapo y mientras giramos los pedales quitaremos la grasa seca de al cadena y demás suciedad que pudiera tener, además comprobaremos que no haya ningún eslabón suelto o mal colocado.
Posteriormente vuelve a engrasar la cadena, con lo que minimizaras el desgaste, conseguirás una fricción adecuada y la protegerás de oxidación a parte de eliminar chirridos desagradables.
Suelen acumular mucha suciedad, la cual puedes eliminar con un trapo e incluso ayudándote cuidadosamente de un destornillador de cabeza plana.
Por último debemos comprobar que todos los tornillos y tuercas de nuestra bici estén bien apretados y que no haya ninguno oxidado (en este caso debemos cambiarlo o al menos limpiarlo con aceite de engrase).
Antes de salir debemos asegurarnos de que tanto el sillín como el manillar están a la altura correcta, para evitar problemas físicos.
Si habéis seguido todos estos pasos ya tenéis vuestra Bici lista para esta temporada; eso sí, aunque la hemos puesto a punto no está demás llevar con nosotros cuando salgamos, una bolsa con repuestos (aceite lubricante, desengrasante, parches y un pequeño kit de herramientas).
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