Llega el fresquito… ¿sacamos nuestras alfombras?

Está llegando el frío y debemos acondicionar nuestras casas a esta nueva estación que está llegando. Muchos de vosotros con la llegada del calor liberasteis vuestro hogar de las alfombras que tanta calidez nos dan en las épocas de frío y es el momento de devolverles su lugar.

Si tenéis, como os comento, alfombras guardadas, es el  momento de ir al trastero a por ellas para ponerlas a punto. En este post os vamos a dar unos consejos para que queden perfectas:

Pon tu alfombra a punto

1. Lo normal es que guardaseis las alfombras enrolladas. Para la próxima primavera, prepararemos otro blog con trucos para guardar las alfombras. Lo primero que debemos hacer es desenrollarlas, siempre en una superficie plana. La alfombra necesita estar extendida por completo para que se estire correctamente. Deja que repose al menos 24-28 horas para que se aplane por su propio peso, aunque algunas alfombras necesitan semanas.

2. Si la alfombra no se aplana por su propio peso, podemos ayudarla colocando objetos pesados, como muebles, encima dejando que el peso aplane los pliegues y arrugas. Hay veces que las esquinas se nos levantan. Para ayudar a corregirlo doblarlas hacia abajo pero si escucháis algún ruido al doblarla parar inmediatamente. En estos casos es mejor pegar las esquinas con cinta de doble cara para alfombras.

Otro truco para que la alfombra se aplane por su propio peso es colocarla bajo la luz del sol. El calor que recibe libera gran parte de la tensión de la alfombra y la ayuda a aplanarse. Si la vaporizamos con un vaporizador profesional  será más efectivo.

3. Una vez la alfombra este completamente plana y en su lugar, deberemos aspirarla con frecuencia. Es aconsejable colocar una malla antideslizante que evitará que se mueva y deslice por el suelo (en las alfombras grandes y pesadas no sería necesario).

4. A veces ocurre que detectamos en nuestras alfombras cierto olor a humedad. Si vemos alguna zona puntual en la alfombra que pueda provocar este olor lo mejor es espolvorear un poco de bicarbonato de sodio que ayuda a absorber el agua, a la vez que elimina cualquier foco incipiente de moho o mal olor. También pasar un aspirador unas cuantas veces ayuda con la humedad.

Una vez eliminada la mayor parte de humedad es aconsejable lavar toda la alfombra, para eliminar cualquier resto de hongos o mal olor. Disolveremos un poco de detergente con una cucharada de vinagre blanco en 1 litro de agua tibia. Lo mezclamos bien y cepillamos toda la alfombra con movimientos circulares. Cuando acabemos enjuagaremos la alfombra y la dejaremos que seque totalmente a la intemperie. Si es posible colocar la alfombra en una estructura que la permita respirar por ambos lados para que se seque totalmente y respire.

Todo esto puede que nos lleve un poco de tiempo y trabajo, pero estaréis evitando ese horrible olor, que la alfombra se nos estropee del todo y tener que comprar una nueva y ahora… ¡¡a disfrutar del otoño!!