¿Preparados para el frío?

Por más que nos resistamos, el frío está llamando a la puerta. El otoño ha llegado para quedarse y en nada estaremos en invierno. Con el frió llega también el momento de encender nuestras chimeneas y disfrutar de ese calor que nos ofrecen. Pero antes de encender nuestra chimenea, para sacarle el máximo partido y evitar posibles sustos, es aconsejable limpiarla. Es muy importante que la chimenea esté muy limpia y que no queden vestigios de elementos peligrosos que puedan desencadenar fuego en tu hogar o llenarlo de humo.

Tipos de limpieza

Existen 2 maneras de limpiar tu chimenea:

• Limpieza mecánica: mediante cepillo deshollinador.
• Limpieza química: con la quema de productos (bolsas o leños deshollinadores) que desencadenan una reacción química, que disuelve los residuos sólidos que han ido quedando incrustados en los tubos de nuestras chimeneas.

Como norma general deberíamos limpiar exhaustivamente nuestras chimeneas una vez al año. Esta limpieza general os aconsejamos hacerla de forma mecánica y dejar la limpieza química para el mantenimiento durante la época de uso.

Limpieza mecánica

Siguiendo unos sencillos pasos dejaremos nuestra chimenea lista para esta temporada, vamos con ellos:

1- Protege el suelo o repisa frente de la chimenea con papel o plástico.

2- Recoge los restos de cenizas que haya en el cassette, con ayuda de un cepillo y recogedor o de un aspirador de cenizas.

3- Con 2 plásticos solapados, tapa la boca de la chimenea, dejando una abertura central para poder acceder.

4- Ahora es el momento de protegernos; ponte gafas, mascarilla y guantes.(el hollín se mete por todas partes).

5- Introduciremos el cepillo deshollinador por el hueco que habíamos dejado entre los 2 plásticos e iremos frotando poco a poco las paredes del tubo. Ve desenrollando el mando extensible para ir subiendo.

 

6- Cuando notes menos resistencia, al paso del cepillo, habrás desprendido del tubo la mayor parte de los residuos, así que saca el cepillo y con cuidado retira los plásticos.

7- Con el aspirador de cenizas recoge todos los restos que hayan caído. Si tu chimenea tiene tiro, comprueba que esté limpio y que abra y cierre bien. Si no es así, aspíralo también.

8- Por último limpia el frontal y la base de la chimenea y listo.

La próxima semana os hablaremos de la limpieza química, ideal para un mantenimiento continuado, de nuestra chimenea, durante todo el invierno.

 ¡¡ HASTA LA PRÓXIMA SEMANA !!