Ya falta menos para la llegada de una de las fechas más deseadas del calendario. Esta semana en Suinplas queremos dedicar este espacio a las cartas a Papa Noel.
En esta época los peques de la casa escriben sus cartas a Papa Noel con muchísima ilusión, pidiéndole los regalos que llevan soñando durante todo el año.
Aunque no solo los pequeños son los que viven con ilusión estas fechas, nosotros los mayores también las recibimos con alegría.
Desde todas esas celebraciones religiosas a las fiestas familiares, la Navidad es una época que forma parte de nuestra historia.
Hay quien dice que cuando los peques se convierten en adultos, ya no creen en esta figura navideña y yo no estoy de acuerdo con ello.
A día de hoy, yo le sigo diciendo a mi hija que nunca deje de creer, que la ilusión de ese día siempre tiene que permanecer ella.
La historia de Santa Claus tiene dos versiones. Una de ellas empezó en el siglo IV con un arzobispo turco llamado San Nicolás.
En Nochebuena colocaba una bolsa de monedas de oro en las chimeneas de los hogares que más dificultades económicas tenían y así ayudar a los más necesitados.
La imagen de San Nicolás se extendió por todo el mundo y fue en 1920 cuando su imagen se retrató en la campaña de Coca Cola. A este señor le declararon Santo por sus ayudas humanitarias.
Aunque su vestimenta no era la que ahora todos conocemos, el obispo vestía con una túnica.
La segunda versión es la que todos conocemos, un simpático regordete de pelo blanco y barba vestido de rojo y con las mejillas sonrosadas.
Algunos dicen que vive en la Laponia y otros creen que vive en el Polo Norte con sus ayudantes los elfos y sus renos.
Cuando llega diciembre los niños escriben sus cartas a Papa Noel algunos de los regalos que han pensado durante el año. Este a lo largo del año, ve si los niños se han portado bien y cumple sus deseos.
Por eso en Nochebuena se sube al trineo con su gigante bolsa roja llena de regalos, y va repartiéndolos por todas las casas.
Y los peques de la casa para agradecer a Papa Noel su amabilidad, le dejan frente al árbol una bandeja llena de chuches, galletas y un vaso de leche. Sin olvidar a los renos a los que también les dejan su recipiente de agua.
Nuestras mascotas también viven el espíritu navideño, saben que esa noche estarán rodeados de muchos familiares y amigos en su hogar.
Así que para ellos disfruten de un ambiente festivo y de una cena especial e incluso algún regalito que otro.
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