Hace unas semanas hablamos de los tipos de estufas que existen para combatir el frio, y hoy vamos a ver qué mantenimiento necesitan las estufas de leña.
Las estufas de leña dan calor a nuestros hogares. Para conseguir que su funcionamiento sea el idóneo y deseado, hay que realizar un mantenimiento adecuado y periódico. De este va a depender su rendimiento, además de evitar posibles infortunios.
A continuación te explicamos cuál es el mantenimiento necesario para las estufas de leña:
Ante un incorrecto mantenimiento de una estufa de leña aumentan las posibilidades de riesgo de incendio. Esto se debe a que los residuos que se generan al quemar la leña se alojan en los codos y curvas de los tubos de evacuación.
A parte del riesgo de incendio, la falta de mantenimiento hace que la estufa tenga un bajo rendimiento. La acumulación de pequeños objetos en las zonas de los codos y curvas de dichos tubos impiden una evacuación y una combustión correcta. Además, la suciedad acumulada en estas zonas, hace que sea menos económico ya que para prender la leña se necesitará más cantidad.
Para evitar todos estos problemas, se necesita un mantenimiento que consiste en realizar una limpieza ayudándonos de un cepillo deshollinador. Tendrás que desmontar el tubo, esta acción no es muy compleja, y tendrás que introducir dicho deshollinador. Además para que la limpieza sea completa puedes utilizar productos químicos especializados para este tipo de mantenimientos.
Cada año, antes de la temporada del frío, es muy recomendable hacer esta limpieza y revisar y cambiar estos tubos. Para ello hay que escoger los mejores tubos de estufa. Si no son buenos, los riesgos que hemos comentado anteriormente se pueden agravar.
No todas las estufas de leña disponen de un cristal, pero las que lo tienen necesitan que este lo más limpio posible.
Si esto no es así, dará una sensación de suciedad y de descuido. Además no podrás disfrutar de ver como se quema y se funden lentamente los leños de madera, actividad que resulta relajante.
Para tener los cristales limpios es recomendable utilizar productos químicos exclusivos para las estufas de leña. También se puede emplear ceniza en polvo, pasarla por el cristal y acto seguido frotar con un paño mojado.
La acumulación de cenizas en las estufas de leña puede ser un problema a la larga. En primer lugar porque acorta su vida útil, ya que con el paso del tiempo no se logra ni tanta combustión ni irradia tanto calor. Otro efecto negativo que se produce al acumularse excesiva ceniza es que los cristales se ensucian en demasía.
Además de los comentados, otra de las cosas que puede ocurrir es que se acumulen por culpa de esto residuos en los tubos de evacuación, impidiendo la correcta salida de gases y de calor.
Para que el mantenimiento de la estufa de leña, hay que recoger las cenizas el día siguiente al que se ha utilizado. Hay que hacerlo en frío y sin que esté en funcionamiento, y siempre antes de ponerla en marcha.
Se puede emplear una aspiradora de cenizas, es la opción más cómoda y sencilla. Si no es así, podemos usar un recogedor para sacarlas.
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