Serrar con un acabado perfecto

Madera o metal, cualquiera que sea el material que quieras serrar debe tener un corte perfecto y limpio para que el acabado no te impida adaptarlos perfectamente a otra superficie.

Tipos de sierra de mano

Hay multitud de clases pero en esta entrada queremos hablar de las más corrientes, que son:

• Serrucho
  • Es la herramienta más universal y conocida. Permite cortar recto cualquier madera y es conveniente tenerla por sus múltiples usos. La medida más cómoda para realizar labores en casa es la de 35 centímetros.
• Serrucho de costilla
  • Para cortes rectos de molduras y piezas de pequeño tamaño. El refuerzo se hace rígido para que el corte no se tuerza. Conviene que sea de diente fino para conseguir buenos acabados.
• Sierra de pelo
  • Se usa para cortes delicados y marquetería y sólo para madera delgada. Permite hacer curvas muy cerradas. Sierra para metales y los hay de hojas especiales para metales difíciles. El resultado son cortes rectos.
• Sierra de calar
  • Es un serrucho de hoja estrecha para poder meterla en un taladro y recortar a partir de él en el centro de las piezas. Se pueden hacer curvas poco cerradas.

Clases de dientes

Dependen del material que quieras cortar y del acabado que desees:

• Diente americano
  • Para acabados perfectos, es cómodo de utilizar porque no se atasca.
• Para metales
  • Son siempre más pequeños y templados. Los serruchos tienen dientes triangulares más o menos grandes. Estos últimos trabajan más deprisa pero dan peores acabados.
• Triscados
  • Están un poco torcidos lateralmente para que el serrín salga bien del corte.
• Sin triscar
  • Es donde todos los dientes están alineados. Segú el pelo pueden ser planos, que dan cortes finos y redondos o de espiral, son más fuertes y permiten hacer curvas sin girar la sierra al serrar.

Preparar la madera

Una vez que el material está ya preparado, llega el momento de comenzar a realizar el trabajo. Para evitar que el corte te salga mal, es importante tener bien sujeta la madera. Lo más cómodo es sujetarla a una mesa sólida por medio de un gato o prensa de carpintero, dejando que sobresalga una pequeña parte. En caso de no tener una mesa, apoya la tabla en una banqueta y sostenla con la mano y la rodilla a la vez. Este es el sistema que debes usar para todas las piezas grandes que no caben en una mesa.

Comenzar a cortar

Con la tapa bien sujeta, marca la línea que has de seguir con un lápiz (el bolígrafo se quita muy mal y podría verse una vez finalizado el trabajo). Apoya el serrucho del lado de la línea sobrante, así evitarás que la sierra se coma la parte de la pieza. Luego, tira hacia ti el serrucho hasta marcar una muesca de la que no se salga la hoja. No aprietes hacia abajo para que no se claven los dientes.