Esta semana preparamos la leña y que mejor manera de hacerlo que utilizando la motosierra.
Muchos de nuestros hogares hoy en día, siguen necesitando de combustible y leña para calentar las estancias. Hay a quienes les encanta tener la chimenea por decoración y a otras personas para pasar largas veladas románticas y cálidas .Así que ahora, con la llega del invierno, lo que necesitamos es preparar, cortar y almacenar la leña. Esta semana queremos darte los consejos necesarios para llegar a hacer de esta actividad una práctica llevadera y gratificante.
Lo primero que haremos, será elegir la leña.
Lo primero que haremos antes de empezar a trabajar, será elegir la mejor leña, por lo que deberemos seleccionar árboles que estén en buen estado.
El cortar leña, requiere conocer el funcionamiento interno del árbol. El proceso de corte de la madera es recomendable hacerlo en invierno, teniendo en cuenta que durante este periodo la savia ha descendido. Es decir, en primavera y verano, los árboles están llenos de savia, lo que hace que la madera este húmeda, por este motivo su proceso de secado es más costoso.
Conclusión, los árboles se cortan mejor en invierno. En primavera, será el momento de dividir la madera y dejarla secar hasta el invierno siguiente.
La leña de árboles como el haya o abedul, son maderas duras y densas, con mayor poder calorífico. Aunque tenemos que tener en cuenta, que al alcanzar unas temperaturas muy altas, corremos el riesgo de quemar la estufa.
La leña blanda como la de los árboles de pino o abetos, tiene un valor calórico más bajo como combustible, apenas proporcionan calor, por lo que se recomienda mezclar la leña dura con la blanda.
ÁRBOLES RECOMENDABLES PARA CORTAR LEÑA
El manzano se quema lentamente cuando está bien seco. Desprende un olor maravilloso, su temperatura de calor es muy buena y podemos destacar que esta leña es ideal para cocinar.
La madera de pino es blanda y se quema súper bien, es ideal para que comience a arder.
El olor que desprende la madera de pino, es muy agradable.
La madera de fresno, podemos considerarla que son de las mejores, estas podemos quemarla estando verde, aunque es preferible hacerlo estando bien seca.
Esta madera, tiene un altísimo poder calorífico, por lo que también tendremos que tener cuidado a no quemar la estufa.
La madera de roble, necesita un largo proceso de secado. Esta madera arderá más lentamente, aunque también nos ofrece un alto nivel calorífico durante un tiempo mucho más largo.
La madera de abedul en cambio, se quema rápidamente, esta también deprende un olor muy rico y agradable.
Alcanza una buena temperatura, pero como dije anteriormente, se quema muy rápido.
CORTAR LEÑA CON SIERRA
Una vez que tenemos seleccionado el árbol que vamos a talar, lo primero que tenemos que hacer es solicitar el permiso correspondiente, siempre que sea posible, así evitaremos posibles multas.
En muchos de los municipios es gratuito, pero en otros hay que pagar una pequeña tasa. Tenemos que tener claro que solo podremos obtener leña de los árboles muertos o caídos, no podremos dañar a los árboles que estén vivos.
Trabajaremos en un entorno limpio y sin riesgos de caídas o resbalones, llevaremos un calzado resistente, guantes, gafas de seguridad para proteger los ojos de las proyecciones de astillas, y es recomendable llevar un cinturón lumbar que nos proteja la espalda.
ALMACENAMIENTO
El almacenamiento de la leña requiere unos pequeños cuidados. Es importante disponer de un espacio donde podamos proteger la leña de la lluvia y a la vez nos permita el flujo del aire, de esta forma la humedad saldrá.
Si de lo contrario, lo almacenamos en el interior tendremos que tener cuidado con la aparición de insectos ya que pueden dañar la madera y, sobre todo, debe tener una buena ventilación para evita la aparición de moho.
Si lo depositamos en el exterior lo mejor que podemos hacer es protegerlo con una cubierta impermeable, siempre dejándole que tenga una buena ventilación, por lo que le debe entrar el aire y nunca estar en contacto con el suelo directamente, ya que se concentraría la humedad.
Una manera de dividir la leña es de la manera tradicional, separando los troncos a la mitad con un hacha.
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