Como llevamos hablando en semanas anteriores de lo maravilloso de la Navidad. Esta semana se la queremos dedicar a las leyendas e historias del tradicional muérdago en estas fechas tan festivas.
Seguro que todos vosotros habéis oído o visto en películas que cuando dos personas se encuentran debajo del muérdago, deben besarse… Es cierto, es una tradición muy popular. ¿Pero de dónde viene?
Pues resulta que procede de épocas antiguas, su origen viene de la Europa Celta, aunque los celtas utilizaban el muérdago para mejorar la salud tanto física, como espiritual. Era un ingrediente básico para realizar sus remedios naturales.
También cuentan que esta tradición proviene de una bonita leyenda de la diosa del amor Frigga y su hijo Balder el dios de la luz, la paz y el perdón.
Esta historia comenzaría cuando Balder empezó a tener sueños oscuros sobre su propia muerte, unos sueños que noche tras noche le perturbarían hasta cambiar su carácter.
Balder era un dios muy alegre y cercano con las personas, pero estas pesadillas le dejarían deprimido y se convertiría en un ser muy solitario.
Tanta era la preocupación de los dioses que se reunieron todos para elaborar una lista de aquellas personas que pudieran querer matar a Balder. Una vez tuvieron la lista terminada, se la darian a Frigga la madre de Balder.
Esta puso rumbo a todos los rincones del mundo, haciendo prometer a las personas que en aquella lista aparecían, que jamás harían daño a su hijo.
Pero sin embargo el dios del mal, llamado Loki que era uno de los grandes enemigos de Balder; era el único que sabía que existía una planta que Frigga se había pasado por alto. Esta planta crecía en robles y manzanos, más conocida como el muérdago.
Es aquí donde el aprovecho a coger una lanza y untarla con la sabia de esta planta, se acerco al hermano ciego de Balder engañándole para que cogiera el arco y disparara la flecha que contenía el muérdago. La flecha atravesó el pecho de Balder, dejándole muerto en el acto.
La Tierra se volvió fría y la vida de todo ser vivo, se convirtió durante tres largos días en una tristeza inmensa. Todos intentaron resucitar a Balder con sus pócimas y ungüentos, pero el amor de su madre Frigga logro resucitarle con el mismo muérdago.
Sus lágrimas al tener contacto con la planta, se convirtieron en un blanco nacarado y las bendijo. Protegiendo así a cualquiera que se encontrara debajo de la planta de muérdago.
Así es como nació la increíble tradición de tener en nuestros hogares un ramito de esta planta en Navidad, para protegernos y dejar las malas energías atrás.
Besarnos y abrazarnos debajo del muérdago, nos traerá buena suerte, amor y paz.